Huir de la rutina, dormir en La Alpujarra al cobijo de un manto de estrellas, disfrutar de una experiencia gastronómica gourmet y fundirte con la perfección de la naturaleza.
Todo esto y mucho más conforman la insólita vivencia en El Paraje del Chef, ubicado en el paraje de Las Almagreras de la localidad de Laroles (Nevada).
Tras años de trayectoria vinculada a la restauración, y un largo recorrido profesional en las cocinas de los grandes resorts internacionales, el chef Juan Carlos Espejo ha ideado el insólito concepto de fin de semana de El Paraje del Chef. Y por supuesto, la experiencia de degustar su cocina fusión para celebrar una comida o una cena, cualquier día de la semana.
La gastroexperiencia completa te llevará dos días y una noche en
El Paraje del Chef:
180 €/ persona
Si lo que prefieres es venir solo a degustar la comida, también podrás
probar nuestro Menú Selección, que consta de:
70 € / persona
Exclusiva Cena Gourmet:
Con un noche romántica en cabaña suite privada y un delicioso desayuno bufé
El Paraje del Chef te da la bienvenida el sábado con la amabilidad de todo el equipo del alojamiento por bandera.
El staff al completo se pone a tu servicio para ofrecerte una amplia variedad de actividades en pleno contacto con la naturaleza.
Rutas de senderismo, visitas a los pintorescos pueblos de los alrededores y un sinfín de opciones, donde la más alta cocina del chef Juan Carlos Espejo actúa como eje transversal durante todo el fin de semana.
Los productos frescos de primera calidad y la maestría del chef para elaborar cada plato son la base del éxito.
Cada día El Paraje del Chef selecciona la materia prima autóctona de los mercados de abastos de Granada y Almería, así como de los huertos, granjas y fincas vecinas. Verduras y hortalizas de la zona en su justo punto de maduración se sirven junto con carnes, pescados y huevos de la mejor calidad.
La excelencia de los fogones se basa en la calidad de la materia prima y una cocina fusión de mercado que combina con las minuciosas técnicas francesas del chef.
La ambientación del comedor, iluminado con una luz tenue, el rumor de la suave música y la chimenea crepitando al fondo, completan la experiencia convirtiendo la velada en un momento inolvidable.
Y para terminar el día, qué mejor que pasar la noche al refugio de una de nuestras cabañas. La mejor manera de disfrutar de la quietud campestre, mientras las estrellas alumbran.